Revista: 50 años de bioquímica
50 años de bioquímica
La SEBBM ha cubierto ya su primer medio siglo de vida. La bioquímica como disciplina científica global, a la que se sumaría la biología molecular, han avanzado de la mano del progreso en salud, agricultura, alimentación, biotecnología... Todo ello gracias al deseo por conocer los fundamentos de la vida desde todas las aproximaciones posibles.
- Xavier Pujol Gebellí
Como bien se refleja en el Dossier Científico presentado a continuación, y en general se desprende de este número de la revista SEBBM, la bioquímica como disciplina científica global, a la que más tarde se sumaría la biología molecular, han avanzado de la mano del progreso. Progreso en salud, en agricultura, en alimentación, en biotecnología y, también, en valores éticos y morales. Todo ello gracias a un insaciable deseo por conocer los fundamentos de la vida desde todas las aproximaciones posibles. Es decir, desde la ciencia básica, desde la adquisición pura de conocimiento. Un ansia, el de promover la ciencia básica, que viene a ser lo que el plancton a la cadena trófica: el sustrato sobre el que crecen todos y cada uno de los seres vivos en un ecosistema. Sin el sustrato no hay cadena que valga.
La SEBBM ha crecido en semejantes términos, participando desde el inicio en el movimiento internacional que ha hecho de la biología la ciencia del nuevo siglo. Así lo viene a expresar Vicente Rubio en su aportación, en la que destaca el repaso histórico de una Sociedad que se siente vinculada por derecho propio a la comunidad internacional.
Carlos López-Otín, al desgranar las claves de las ciencias bio remacha este sentimiento de pertenencia al tiempo que anuncia que tanto la SEBBM como las ciencias que engloba están contribuyendo a cambiar paisajes. Por su actitud motora y por acercarnos al límite de unas fronteras tras las que es fácil presagiar nuevos horizontes.
Los nuevos horizontes, como nos cuenta Ángela Nieto en su artículo, bien podría decirse que nos sitúan a las puertas de una nueva revolución en biología y, por consiguiente, tal vez en la antesala de una nueva concepción del mundo. Su afirmación se ampara en «la obtención de datos masivos de genomas individuales, la cooperación de distintas áreas científicas y el resurgimiento imprescindible de disciplinas clásicas de la bioquímica». Es por ello que «podemos ser testigos de la integración del conocimiento adquirido en las últimas décadas dando lugar a un avance cualitativo en los resultados y en la transferencia de la investigación biomédica y biotecnológica». Nieto, no sin razón, se pregunta por qué no, además de testigos, somos protagonistas de unos cambios que sin duda van a suceder.
En el resto de la revista leerán contribuciones de expresidentes dela SEBBM. En el ánimo de todos subyace la idea de que todo es posible si uno se aferra a esa voluntad. Lo es en ciencia, lo es en la sociedad y lo es en el mundo que nos rodea. SEBBM ha sido al tiempo testigo y protagonista de cambios inimaginables al inicio del último medio siglo. Algo que como nos recuerda Carlos Gancedo en su recuerdo a Alberto Sols al hilo de la comunicación científica, hay que contar de forma escrupulosa para poder vivir con la misma intensidad al menos otro medio siglo y medio. ¡Y eso que cincuenta años no es nada!